Gambia es una pequeña nación de África Occidental que guarda vastos tesoros naturales, desde plantas y flores hasta exóticas variedades de pájaros y caudalosos ríos. Su gente es sencilla y trabajadora. Como colonia británica, se independizó en 1965 proclamándose una república. Su colindancia con Nigeria ha marcado su desenvolvimiento independiente y dichas relaciones han sido en general pacíficas. Sin embargo, su política interna atiza ahora humaradas en el entorno.
Una vez definido su marco político, en 1965, se eligió entonces como presidente a un líder independentista, Yahya Jammeh, quien prosiguió políticas moderadas. Jammeh fue reelegido sucesivamente hasta diciembre del 2016, en el que por vez primera un opositor, Adama Barrow, empresario de bienes raíces, ganó. Jammeh concedió su derrota sin críticas ni recriminaciones.
Sin embargo, una semana después, Jammeh retiró su reconocimiento alegando una serie de irregularidades. Su agrupación política presentó ante la Corte Suprema de Justicia una petición formal para declarar nulos los citados comicios. Lamentablemente, no hubo suficientes jueces para examinar la querella. Mañana, debería legalmente realizarse la ceremonia de inauguración presidencial.
Las naciones del grupo africano Ecowas han repetidamente mediado entre los mandatarios en pugna sin ningún resultado. Una fórmula de arreglo consistía en que Jammeh permaneciera en el cargo por uno o dos meses, al cabo de los cuales le entregaría el mando a Adama, pero no se llegó a concretar. A este punto, ya el proceso se movía a lo largo de fórmulas caprichosas carentes de asideros legales.
La paciencia del bloque regional se agotó y lo último acordado fue que si Jammeh no entregaba la presidencia el 19 de enero, tropas de Nigeria y Senegal extraerían al saliente mandatario e instalarían a Adama. Senegal le ha ofrecido asilo a Jammeh y en corrillos se habló de darle concesiones que le harían más apetecible el retiro. En estos días hubo, además, otros intentos de reconciliación, pero no cuajaron.
A la presente fecha, tropas de Senegal ya rodean a Gambia, a las que se unirían unidades armadas de Nigeria. Jammeh cuenta con seguidores armados, lo cual despierta temores de una degollina. Al mediodía del jueves, muchos esperan una especie de duelo entre pistoleros, al estilo de las viejas películas del Oeste estadounidense.
Ay de los políticos. Y pobres aquellos que se enamoran de una presidencia.